Paseos marítimos

El paseo de Pedras Negras es un espectáculo natural que merece la pena visitar indistintamente de cuál sea la época del año en la que nos encontremos.

La senda de madera comienza en las proximidades del puerto deportivo homónimo, y se extiende a lo largo de 2,5 kilómetros, finalizando muy cerca de la Batería Militar, en la zona que nos conecta a Con Negro. Este recorrido destaca por su perfecta integración en el paisaje, según avanzamos, veremos que parece “serpentear” entre rocas, bosque y mar. Si miramos hacia la costa, destacan las vistas a la Isla de Ons, y a los pequeños islotes que encontramos en las proximidades costeras, cuyos nombres no dan lugar a equívocos: Lobeiras de Terra e Lobeiras de Fóra, y por otra parte, Redonda de Terra y Redonda de Fóra.
En cuánto a las playas, realmente merece la pena detenerse en las pequeñas calas que podemos encontrar en todo el área, desde Buraco da Londra a Canelas, pasando por Praia Farruco o Praia Fervide (también conocida como O Abelleiro).

Mención aparte merece A Barrosa, playa que está ubicada a los piés de uno de los establecimientos más iconicos del lugar. Se trata de un local de culto para los amantes de la música, dónde cada año acuden algunos de los artistas más representativos de la escena nacional e internacional. Además, también encontraremos servicio de alquiler de material para deportes náuticos y cursos de surf.

En la urbanización de Pedras Negras podemos encontrar los siguientes servicios : restaurantes y bares, zona de aparcamiento, camping y un área de autocaravanas. También merece la pena visitar la moderna Capilla de San Vicente do Mar, y por supuesto el “Monumento ós Voluntarios”, obra del escultor compostelano Óscar Aldonza, como homenaje a todos los colaboradores que ayudaron a limpiar y restablecer las costas gallegas, después del náufragio del petrolero Prestige en el año 2002. Sin alejarnos de la temática escultórica, no debemos pasar por alto el “Monumento ás Mulleres Galegas”, situado en las
cercanías del puerto deportivo. Simboliza las largas esperas de las mujeres e hijos de los marineros que se marchaban a faenar a alta mar.