Historia
O Grove
HISTORIA DE O GROVE

HISTORIA DE O GROVE

O Grove

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O Grove es un municipio perteneciente a la provincia de Pontevedra y a la diócesis de Santiago de Compostela. Se trata de una península que está situada en el extremo occidental de la comarca del Salnés, en la entrada de la ría de Arousa. Cuenta con una extensión de 21 kilómetros cuadrados, y según el Instituto Nacional de Estadística, su población el 1 de enero de 2022 era de 10.809, 110 habitantes más que en el año 2021, repartidos en dos parroquias: San Martiño y San Vicente.

Se documenta la existencia de varios yacimientos arqueológicos en O Grove (en A Siradella o punta Cantodorxo, por ejemplo), pero el más importante es el de Adro Vello, que posee una gran relevancia para conocer el pasado de la comarca del Salnés porque existe una secuencia de ocupación muy extensa, lo que, unido a una tipología de restos muy variada, hacen de este yacimiento una de las referencias del noroeste peninsular. Así, desde el punto de vista de los restos encontrados, podemos destacar una salazón, una villa romana, una torre medieval, una iglesia del siglo VII, fragmentos de cerámica o una necrópolis de inhumación con hasta diez niveles de enterramiento. En resumen, en Adro Vello somos testigos de casi dos mil años de historia.

Hoy en día, Adro Vello ha vuelto a la primera línea de la opinión pública porque se han retomado los trabajos de excavación a cargo de un grupo multidisciplinar. En julio de 2022 se organizaron visitas guiadas para conocer los trabajos que se estaban llevando a cabo en esta zona arqueológica, y es previsible que esta iniciativa se vuelva a repetir en el verano de 2023. Además, debemos destacar que en enero de este año 2023, el Diario Oficial de Galicia publicaba el decreto por el que se declaraba Bien de Interés Cultural (BIC) la zona arqueológica de Adro Vello.

A lo largo de la Edad Media, el territorio que formaba O Grove estuvo íntimamente relacionado con la Iglesia compostelana. Las referencias documentales no son muy extensas, pero así lo demostraría el hecho de que en el siglo X, cuando el rey Ordoño le confiere a Santiago la posesión de las salinas situadas en la vecina Noalla, se haga alusión a las tierras de la isla de O Grove, incluida la villa de Ardea, que se correspondería con la actual Ardia. Fue también por esta época medieval cuando el obispo Sisnando le concedió al monasterio santiagués de San Martín Pinario la iglesia de San Vicente de O Grove, con sus tierras y habitantes.

Durante los siglos XVI y XVII, O Grove vive algunas crisis, de las que podemos mencionar, sin ir más lejos, la provocaba por la peste bubónica de 1562, lo que unido a algunos años de malas cosechas hizo que la población grovense pasase épocas de hambre y la población se redujese. Aun así, la pesca siempre tuvo una importancia esencial, configurando la identidad marinera de este pueblo. En el siglo XVIII, un grupo relevante de vecinos se dedicaba a esta actividad, en contra de lo que sucedía en la parroquia de San Vicente, más inclinada hacia la ganadería y la agricultura. Cabe destacar que a comienzos del siglo XVII, aparece O Grove, en el mapa elaborado por Hernando de Ojea, como “Grobe ysla”, apreciándose perfectamente en dicho mapa su condición insular.

También en el siglo XVIII se vive otro hecho fundamental para entender la historia de O Grove, y es la llegada de los primeros catalanes a tierras gallegas. Estos traían consigo métodos de pesca más industriales que no estaban en consonancia con la pesca tradicional que se venía practicando en las costas de la ría de Arousa, y que en O Grove no acabó de cuajar, como sí hizo en otros pueblos o ciudades.

Entre finales del siglo XIX y comienzos del XX se vive una importante época en la isla de A Toxa. Después, ya en el XX, el Gran Hotel pasó a manos de otra propiedad, que lo orientó hacia otro modelo de negocio. O Grove estuvo caracterizado desde comienzos del siglo XX por una acusada emigración, tanto hacia América (Estados Unidos, Venezuela, Cuba o México) como Europa (Francia, Alemania o Inglaterra), fenómeno que fue común a toda Galicia.

Desde mediados del siglo pasado, O Grove también comenzó a enfocarse hacia el turismo, como lo demuestra la celebración de la primera edición de la Festa do Marisco, en el año 1963. A ello podemos añadir algunos episodios llamativos que contribuyeron a agrandar ese perfil turístico, pero también institucional, en forma de congresos o reuniones. En este sentido podemos mencionar el hecho de que en mayo de 1989 tuviese lugar en la isla de A Toxa la reunión del famoso Club Bilderberg, con la asistencia a dicho evento de reyes, presidentes de gobierno o secretarios de Estado de varios países.

O Grove, en la actualidad, continúa siendo un pueblo en el que el peso del mar es esencial, traducido en actividades económicas como la pesca, las conserveras, el marisqueo o la explotación del mejillón. A esto hay que unir el turismo, el otro motor económico que no deja de ganar importancia, sobre todo durante le temporada alta, que va desde la semana santa a la Festa do Marisco. Pero esto conlleva un problema de estacionalidad que se observa muy bien durante los meses de invierno, donde la presencia turística baja de manera muy notoria. Es por ello que toda aquella actividad o iniciativa encaminada a desestacionalizar el turismo provocaría una mejora tanto en la economía como en la calidad de vida de este pueblo.

Bruno Padín Portela, Doctor en historia